LA INSPIRACIÓN DETRAS DEL MOVIMIENTO



Cada vida lleva una historia, un viaje lleno de pruebas, redención y la hermosa gracia de la transformación. "El Movimiento Como Mariposas"; nace del testimonio de dos mujeres notables, nuestra madre, Carmen; y nuestra cuñada, Marta, quienes se elevaron al abrazo de Dios, dejando un legado que inspira a los corazones a seguir su imagen.
Hubo un tiempo en que su fe era lejana, sus corazones vagaban lejos del camino de Dios. El peso de las batallas de la vida las presionaba, alejándolas de su abrazo. Pero Dios, en su infinita misericordia, nunca las dejó ir.
Durante un tiempo, caminaron por una senda apartada de Él, cargando con cargas, dudas y temores. En sus últimos días, cuando el mundo solo vio el fin, el cielo vio el principio. Se rindieron—totalmente, completamente— cayendo en los brazos del Salvador. Encontraron la salvación y en esa rendición, sucedió algo milagroso. Fueron transformadas. Las cadenas que una vez las ataron se rompieron, sus almas se encendieron con un propósito más grande que ellas mismas. Su transformación fue profunda: su fe se reavivó, su propósito se cumplió, sus corazones fueron liberados. Cumplieron el llamado de Dios y, a través de su testimonio, otros se acercaron más a Dios y sus corazones se volvieron hacia Cristo. Ambas son testimonios de la belleza de la redención y del amor inquebrantable de Dios. A través de su testimonio, somos
testigos de Su poder para restaurar, sanar y renovar.
Nuestra madre siempre soñó con ser libre, como una mariposa, liberada en el cielo sin nada que la detuviera, volando sin esfuerzo con el viento. Y en esos últimos momentos, Dios le concedió esa libertad, no solo en espíritu, sino en eternidad. Carmen y Marta dejaron más que recuerdos; inspiraron un movimiento, un faro, "El Movimiento Como Mariposas", llamando a todos los que se han perdido a regresar, a ser cambiados, a reflejar la imagen de Cristo.
Este es su legado, un testimonio que resuena a través de las generaciones. Y en cada alma transformada, en cada corazón despierto, en cada vida liberada, su historia sigue viva.
Siempre estaremos agradecidos por lo que Dios hizo en sus vidas. Su viaje nos recuerda que nunca es demasiado tarde para volver a Cristo, para ser transformados y para cumplir su propósito. A través de "El Movimiento Como Mariposas", invitamos a otros a abrazar esa misma transformación, a convertirse en testimonios vivientes de Su poder, tal como ellos lo eran.
A Dios sea toda la gloria, por los siglos.
